Una regla importante: no hagas nada si no te lo piden
Una regla importante: no hagas nada si no te lo piden.
En el mundo laboral, especialmente en el campo de la ingeniería de Software, que es mi ámbito profesional, uno de los principios más valiosos que he aprendido a lo largo de los años es que no siempre es bueno hacer cosas de más sin que te lo pidan. Esto puede sonar contradictorio, porque un pensamiento muy común es que siempre es mejor proponer, pero realmente no lo es. Esto no significa que debamos apagar nuestra creatividad o evitar proponer mejoras, todo lo contrario. La clave está en entender el contexto, las prioridades del equipo y las expectativas de quienes nos rodean.
Cuando tomamos la iniciativa de realizar tareas adicionales dentro de nuestro trabajo, sin coordinarlo o sin confirmar que encajan en el plan general, pueden surgir problemas dentro del equipo de trabajo como:
- Desperdicio de recursos: Es posible que esas acciones no estén alineadas con las prioridades actuales del proyecto.
- Interferencias con el equipo: Puede que nuestras ideas, aunque bien intencionadas, afecten el flujo de trabajo o los planes de otros.
- Percepción errónea: Algunas veces, los esfuerzos no solicitados pueden interpretarse como una falta de comunicación o incluso como sobre confianza.
Entonces, ¿cuándo y cómo tomar la iniciativa?
El truco está en la comunicación. Si identificas una oportunidad de mejora o crees que puedes aportar algo más allá de tu rol, plantea tu idea antes de actuar. Esto no solo muestra tu compromiso, sino que también asegura que tu aporte sea útil y bien recibido.
En mi experiencia, las mejores contribuciones son aquellas que:
- Resuelven un problema real: Antes de actuar, pregúntate si tu idea aporta valor al proyecto o a la organización.
- Cuentan con apoyo: Comparte tu idea con tus colegas o supervisores. Un equipo que respalda tus iniciativas hará que estas sean más efectivas.
- Se ajustan al momento adecuado: La innovación es más valiosa cuando llega en el momento oportuno, no cuando interrumpe procesos críticos.
No hacer nada si no te lo piden no implica conformismo, sino actuar con estrategia. Aprende a observar, a escuchar y a priorizar. A veces, el mayor valor que podemos ofrecer como profesionales es cumplir con excelencia lo que nos piden, y después, con las puertas abiertas, aportar nuevas ideas que realmente marquen la diferencia.
Recuerda, en ingeniería y en la vida, el equilibrio entre iniciativa y alineación es lo que define a los verdaderos líderes.
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