Primero de Septiembre de 1939 - Inicio de la segunda guerra mundial
1 de septiembre de 1939: el estallido de la Segunda Guerra Mundial
La fecha en que el mundo cambio, para bien o para mal, pero el mundo nunca seria igual.
1 de septiembre de 1939: El día que cambió la historia
El amanecer del 1 de septiembre de 1939 marcó el inicio de uno de los capítulos más oscuros del siglo XX. Ese día, la Alemania nazi lanzó un ataque fulminante contra Polonia, dando comienzo a la Segunda Guerra Mundial en Europa. Esta ofensiva, conocida como la campaña de septiembre o campaña polaca, se ejecutó con la temida táctica de la Blitzkrieg: una guerra relámpago que combinaba movilidad blindada, artillería masiva y bombardeos aéreos para desestabilizar al enemigo en tiempo récord.
El primer golpe: Wieluń bajo las bombas
En la madrugada, la ciudad polaca de Wieluń se convirtió en símbolo del horror. Sin defensas militares, fue atacada sin piedad: 46 toneladas de bombas cayeron durante casi 9 horas, destruyendo gran parte de la ciudad y causando numerosas víctimas civiles. Este bombardeo es considerado uno de los primeros actos de violencia indiscriminada contra población civil en la guerra.
La mirada mexicana
La guerra no solo sacudió Europa; también resonó en América. La investigadora Mayte Sánchez Lozano analizó cómo la prensa mexicana reflejó estos acontecimientos durante septiembre de 1939. Su estudio revisa titulares, boletines oficiales y discursos publicados en diarios como El Nacional, Novedades, Excélsior, El Universal y El Popular.
Cada periódico ofreció una mirada distinta:
- Algunos enfatizaron la brutalidad del ataque, mostrando la tragedia humana.
- Otros se centraron en las reacciones diplomáticas y en la solidaridad internacional hacia Polonia.
Incluso las caricaturas periodísticas jugaron un papel clave, ofreciendo una crítica simbólica de la agresión y reflejando cómo la opinión pública mexicana interpretaba la escalada bélica.
Un llamado a la reflexión
El 1 de septiembre de 1939 no fue solo el inicio de una guerra; fue el comienzo de una transformación global que redefinió fronteras, ideologías y sociedades. Hoy, más de ocho décadas después, vale la pena preguntarnos:
¿Qué hemos aprendido como humanidad para evitar que la historia se repita?
En un mundo donde los conflictos siguen presentes, recordar este día no es un ejercicio nostálgico, sino una advertencia. La paz no es un estado permanente; es una construcción diaria que depende de la memoria, la empatía y la acción colectiva.
Fuentes Consultadas
 
 
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